jueves, 10 de marzo de 2011

un cuento real!!!!



Para aquellos que ya no recuerdan lo que sus papás hicieron por ustedes un día (y lo siguen haciendo)... un maravilloso cuento de lo que encierra el arrullo >>>>>>>>>> CONTENSIÓN!!



 


Una madre cargaba a su nuevo bebé y muy despacio lo arrullaba de aqui para allá y de allá para acá. Y mientras los arrullaba le cantaba: Para siempre te amaré, para siempre te querré, mientras en mi hay vida, siempre serás mi bebé.


El bebe crecia, crecia … crecia y crecia, a los dos años, él corria por toda la casa. Jalaba los libros de los estantes, sacaba toda la comida del refrigerador, y cogia el reloj de su mamá y lo tiraba en el inodoro; algunas veces su mamá decia: “Este niño me está enloqueciendo!”. Pero cuando llegaba la noche y aquel niño de dos años finalmente estaba tranquilo, ella abria la puerta de su cuarto, gateaba hasta su cama y miraba a su hijo desde alli abajo; y si realmente estaba dormido, ella lo levantaba y lo arrullaba de aqui para allá, de allá para acá y mientras lo arrullaba le cantaba: para siempre te amaré, para siempre te querré, mientras en mi haya vida, siempre serás mi bebé.


El niño crecia … crecia y crecia, a los nueve años nunca queria llegar a cenar, nunca queria tomar un baño y cuando llegaba la abuela de visita, siempre decia palabras malas. Algunas veces su madre deseaba venderlo al zoológico. Pero cuando llegaba la noche, y el muchacho estaba dormido, la madre silenciosamente abria la puerta de su cuarto, gateaba hasta su cama y miraba a su hijo desde ahi abajo; y si estaba realmente él dormido, ella levantaba a aquel muchacho de nueve años y lo arrullaba de aqui para allá, de allá para acá; y mientras lo arrullaba, le cantaba: para siepre te querré, para siempre te amaré, mientras en mi haya vida, siempre serás mi bebé.


El niño cercia, crecia… crecia y crecia, hasta que llegó a ser un joven. Tenia amigos raros, se vestia con ropa rora, y escuchaba música rara. Algunas veces la madre sentia estar en un zoológico. Pero cuando llegaba la noche, y el joven estaba dormido, la madre silenciosamente abria la puerta de su cuarto, gateaba hasta su cama y miraba a su hijo desde alli abajo, y si realmente estaba dormido, ella levantaba aquel muchachote y lo arrullaba de aqui para allá, de allá para acá, y mientras lo arrullaba le cantaba: para siempre te querré, para siempre te amaré, mientras en mi haya vida siempre serás mi bebé.


Aquel joven crecia, crecia y crecia, hasta que llegó a ser hombre, entonces se fue de la casa y se cambió para una propia al otro lado del pueblo. Pero en algunas veces cuando las noches estaban muy oscuras, la madre sacaba su automóvil y se dirigia especialmente a la casa de su hijo. Y si estaban apagadas las luces en la casa de su hijo, ella abria la ventana de su cuarto, entraba gateando por el piso y miraba a su hijo desde ahi abajo y si realmente ese hombre bien grande estaba dormido, ella lo levantaba y lo arrullba de aqui para allá, de allá para acá, y mientras lo arrullaba le cantaba: para siempre te querré, para siempre te amaré, mientras en mi haya vida, siempre serás mi bebé.


Bueno atraves del tiempo, aquella madre envejecia, envejecia… envejecia y envejecia, un dia llamo a su hijo y le dijo: “seria mejor que vinieras a verme porque ya estoy muy vieja y enferma”. Entonces el hijo fue a verla, cuando él entró en su cuarto ella trató de cantarle la canción: <<para siempre te querré, para siempre te amaré>>, pero ella no pudo terminar la canción porque ya era demasiado vieja y estaba muy enferma, el hijo se acercó a su madre, la levantó y la arrulló de aqui para allá y de allá para acá y mientras la arrullaba le cantó: para siempre te amaré, para siempre te querré, mientras en mi haya vida siempre serás mi mamá.


Cuando el hijo regresó a su casa esa misma noche, se quedó pensativo por largo tiempo, a lo alto de la madrugada. Después fue al cuarto de su hijita recién nacida que estaba durmiendo. La levantó en brazos y la arrulló de aqui para allá, de allá para acá, y mientras la arrullaba, le cantaba: para siempre te amaré, para siempre te querré, mientras en mi haya vida, siempre serás mi bebé....



Cuento por Robert Munsch

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